Ya nos habíamos plantado en la tercera jornada de Sound Isidro y esa noche, la del pasado 11 de mayo, tocaba ver a otra banda argentina en su paso por la capital. Era el momento de escuchar a los míticos 107 Faunos haciendo de las suyas encima de un escenario. De primeras sabíamos que serían teloneados por la banda Repion pero ni imaginarnos que estos chicxs iban a sonar como sonaron…pero esto os lo cuento ahora.
Lo que os decía, sábado por la noche y en la puerta de la Costello iban dejándose ver los primeros asistentes al concierto. Ya dentro y con una puntualidad pasmosa, Repion como apertura de ceremonias. Ya os digo que para nosotros fue un auténtico descubrimiento.
Siempre he pensado que una de las mejores sensaciones en esto de la música es conocer a un grupo de la nada y empezar a pensar que puedes meterlo sin titubear dentro de tu top 10. Pues eso me pasó a mí con el grupo madrileño. Batería, bajo, guitarra y una voz que rebotaba en cada una de las esquinas de la Costello y que volvía a nosotros en modo de recital. Los veía ahí, tan jóvenes pero tan potentes que me tiré más de medio concierto embelesada con lo que nos estaban ofreciendo.
La banda tocó “Ballenas“, “País Interior“, “Sentimos de más“, “Donde escapa la luz“, “Las flores“,”En las pestañas“, “Ciudad de vacaciones“, “Los noventa” y “Querubín“, con la que terminaron un directo cargado de ritmo, decisión y energía a raudales. Quiero determe un poco más en Repion y en sus componentes porque de verdad para mí, sin duda, han sido el descubrimiento del mes.
Marina, voz y guitarra… nos hizo llegar las canciones como si le brotaran desde dentro, con un control del tono y un chorro de voz que llenaba cada uno de los rincones de la sala. Teresa, batería y voces, pero ¡qué batería! Su forma de tocar me hizo no poder quitarle los ojos de encima, su fuerza me enganchó desde su primer movimiento de baqueta. Y después Álvaro, el bajo, que actuaba como complemento perfecto a sus dos compañeras, siempre transmitiendo ese buen rollo a lo largo de todo el directo, como en un segundo plano pero siendo el punto perfecto para aportar ese equilibrio y control necesario en toda banda.
Uno de los momentos claves fue cuando las dos chicas se intercambiaron sus papeles en el escenario, Teresa tomó la guitarra y cantó uno de los temas, mientras que Marina tomó posiciones a la batería. Cambio de instrumento y posición y allí no se notaron carencias por ningún lado.
Bueno y podría seguir con ellxs pero creo que es el momento de pasar a los 107 Faunos que también dieron espectáculo, y del bueno, como cierre de una noche que terminó siendo perfecta.
¡Cómo se lo pasa esta banda en el escenario! Ellos vinieron a pasarla bien y el resto nos dejamos llevar en sus intenciones. Un setlist de veintidós canciones que encajaron en poco más de una hora. Ritmo vertiginoso, sin titubeos ni palabras de más. Los cinco componentes llenaron un escenario que parecía más pequeño desde abajo y desde el primer acorde el público empezó a corear sus canciones.
Con una trayectoria de más de diez años, la cantidad de temas que podían elegir para este bolo eran bastantes. Por ello, os voy a hacer una relación de canciones y discos que tocaron.
‘Madura el dulce fruto’ (2018): “Neón en la selva”, “Una geoda”, “Pico Tres”, “Dunedin”, “El óxido sonoro”, “Besar la medallita”, “El ataque suave”, “Llorando en la mansión prestada” y “Transparente”.
‘Últimos días del tren fantasma’ (2014): “Cosas caras rotas”, “Por ir a comprar”, “Tacho Negro” y “Jazmín chino”.
‘El tesoro que nadie quiere’ (2011): “El tigre de las facultades” y “Modelos de prueba”.
‘Creo que te amo’ (2010): “El jefe de los malos”, “Noche de Spooky Tropical” y “El movimiento de las montañas”.
‘107 Faunos’: “Días Dorados”, “Pequeña Honduras”, “Jhon Henry” y “Calamar gigante”.
Un repertorio muy completo que sirvió como repaso a todos los trabajos de la banda argentina. El público animado y contento buscaban interactuar con el grupo a través de algún chascarrillo. Y todo fluyó con ese buen rollo que genera la buena música.
Y a todo esto, además de el bajo, la batería, la guitarra y los teclados, la cantidad de instrumentos que usan para envolver sus canciones. Por allí salieron maracas, un triángulo y no sé cuantos artilugios más que ayudaban a generar ese ambiente especial en cada uno de los temas. A los 107 Faunos, terminaron cortándolos por tiempo, pero la hora y pico que estuvieron lo dieron todo en un escenario que casi se les quedaba pequeño.
Aprovechando su visita a España, han estado tocando en otras ciudades como Zaragoza, Bilbao, Pamplona o Santander. Esto pone de manifiesto la fuerza y decisión con la que las bandas argentinas están empezando a escucharse a este lado del charco.
Sin nada más que añadir, nos vemos en el próximo…