Conocí a Cala Vento hace un par de años, cuando estaban ya con su segundo disco ‘Fruto Panorama’ y, desde que sonaron por primera vez en mis cascos, se convirtieron en uno de mis grupos preferidos. A partir de ahí me escuché en bucle su primer trabajo ‘Cala Vento’ y esperé ansiosa la publicación de su ‘Balanceo’ como último proyecto del dúo bajo su propio sello discográfico Montgrí.
Siempre pensaba en lo rápido y fácil que era sentirse identificada con sus letras y como, sin darme cuenta, le daba vueltas a sus discos, una y otra vez. Nunca me cansaba de escucharlos, de hecho aún me acompañan la mayor parte de las mañanas mientras bajo por la calle Fuencarral.
Y todo esto os lo cuento porque el miércoles pasado fui una de las cien afortunadas que pudo asistir al concierto privado que Cala Vento hicieron en la sala Wurlitzer de Madrid. Era un directo exclusivos para los primeros en comprar su copia de ‘Balanceo, con la que te regalaban una de estas entradas de la fortuna…y la sala se llenó. Sold out y en Madrid sonando Cala Vento una noche cualquiera en mitad de la semana.
Estábamos en primera fila, como siempre, sabiendo que verlos tocar tan de cerca iba a ser, cuanto menos, impresionante. Y es que lo de Joan a la batería es una auténtica locura y la forma que tiene Aleix de acompañar con su guitarra esa potencia supone un tandem perfecto. Dos personas, solo dos personas, con sus correspondientes instrumentos llenando de música cada uno de los rincones de una de las salas más míticas de la noche madrileña.
Los chicos de Barcelona, quisieron presentar algunos de los temas de ‘Balanceo’ y lo hicieron acompañados con el coro de un público que había hecho los deberes antes de llegar. El disco con solo cinco días de vida y allí todos y todas nos sabíamos la canción que venía con tan solo escuchar los primeros acordes.
De su último disco eligieron “La Comunidad”, “Do de pecho”, “Bienvenidos a la tierra”, “Solo ante el peligro”, “Todo”, “Gente como tú”, “Muerte por ambición”, “Fin de ciclo” y “Un buen año”. Selección perfecta de unos temas que solo unos privilegiados hemos podido ver en directo. Con las nuevas canciones creo que Cala Vento han conseguido justo lo que buscaban, mantener su esencia impregnada en letras y melodías sin caer en la monotonía ni en sonar repetitivos.
Aunque como os decía antes, el concierto era para presentar su último trabajo, también nos hicieron saltar y bailar con temazos de discos anteriores como la brutal “Isla desierta” (Fruto Panorama, 2017). Además, sonaron la potente “Isabella”, la mítica “Abril” y la locura de “Estoy enamorado de ti”, todas ellas del primer trabajo de estudio del Joan y Aleix.
Pues este fue el setlist que los de Barcelona eligieron para el tercero, de los cinco conciertos exclusivos y gratuitos que han llevado a cabo por España.
En cuanto al público, aunque empezaron un poco tímidos, cogiendo espacio y confianza, con el tercer tema ya había gente volando por los aires. Y es que con los Cala Vento los fans siempre responden.
No tengo ni una pega para una noche en la que Joan y Aleix pusieron todo en el escenario, conectaron con su gente y nos embaucaron de una energía súper especial. Se les notaba felices, agradecidos y con muchas ganas de hacer rodar el nuevo disco. De momento, y después de estos conciertos en versión reducida, tienen confirmados el 24 de mayo en el Tomavistas, el 14 de junio en el Festival Embassa’t 2019 y el 6 de julio para el Festival Cruïlla.
Pues dicho todo esto, sólo puedo añadir que, aunque a veces es difícil ser objetiva cuando hablas de grupos que te han marcado de una manera u otra, no me equivoco si digo que Cala Vento puede empezar a considerarse uno de los grupos referentes de la música independiente de nuestro país. Porque se lo han ganado por derecho, por esfuerzo y por dedicación.
¡Qué la música nunca deje de sonar!
Texto: Miriam Notario
Fotos: Daniel Forés