Como si de una isla tropical se tratara, una copiosa lluvia nos sorprendió en Badalona poco antes del comienzo del concierto, muy esperado por los fieles seguidores con los que cuenta Ángel Stanich en Barcelona. El lugar elegido para el especial evento fue el Teatre El Círcol, en el centro de la vecina localidad de Badalona; un vetusto teatro con más de 100 años de historia, en el que no en vano, se respira el ambiente sereno y acogedor del hogar de miles de almas y centenares de historias que han desfilado por sus tablas.
Referimos el evento como especial, primero por ser el último hasta pasada la etapa veraniega, del formato trio que Ángel Stanich (guitarra acústica y voz), Víctor Pescador (guitarra y teclado) y Lete Moreno (percusión y teclado) presentan por algunos afortunados lugares de la geografía nacional, siempre en espacios reducidos y muy cercanos para el público.
La segunda razón por la que se nos antojaba tan especial era por ser también el último de la temporada del ciclo “Enjoy the Silence”, cuya filosofía es precisamente la de crear comunión entre el artista y los asistentes. Por él han pasado artistas como Mikel Erentxun, Coque Malla, Nuria Graham o David Otero esta temporada.
Se invita a prescindir de los móviles para velar por la atmósfera intimista, que ya se intuía al ver la cuidada decoración del escenario, con una gran cortina de terciopelo rojo como fondo y unas tenues bombillas de filamentos suspendidas en diferentes alturas.
Pero bueno, vamos “al grano”… o más que al grano a la ‘Cosecha’, que fue el primer tema que, ante el silencio respetuoso de los asistentes, interpretaron los músicos.
Haciendo gala de un sonido muy pulido, aunado con la portentosa acústica del lugar, nos adentrábamos, aún con silencio parroquial, en la surrealista cronología de ‘Un día épico’, seguida del hilarante dilema planteado en ‘Mátame camión’.
En el primer breve discurso Ángel nos recordó la naturaleza personal y silenciosa de la velada y nos arrancó una sonrisa confesando intentar cumplir también las tácitas normas.
La primera píldora energética venía de la mano de la parte final de ‘Galicia calidade’. En ‘Qué será de mí’ Víctor hizo gala de su buen hacer al teclado, decorado con la ya típica y colorida bandera de Antigua y Barbuda como faldón.
En otra letra marca de la casa jalonada de metáforas nos instaban a ‘Salvar a las ballenas’ y dejarle en paz que se muera… si es designio del indio…
La danza ‘Hula Hula’ nos acercaba al trópico con sus variadas tonalidades sonoras.
‘Miss trueno’ nos devolvió por primera vez al “Camino ácido” y tras ella, la mordacidad de la letra de ‘Escupe fuego’ nos recordaba esos amores que no matan pero “queman”.
Era inevitable también la alusión a las elecciones que tendrán lugar en escasamente una semana y Ángel le dedicaba ‘Quién ha elegido muerte’ a un conocido personaje político oriundo de la localidad catalana “cuyo primer apellido es García”, dejándonos el acertijo y la solución servida.
El trío se recogía para un breve descanso y tras él salían Victor y Lete para entonar los primeros compases de ‘Carbura’, unos segundos después aparecía Ángel para entregarse en el primer tema por el que muchos le conocimos.
Con el ritmo in-crescendo de ‘Mescalito’ se nos invitaba a un viaje ácido de nuevo.
Por momentos resultaba hipnótico ver a Lete manejando todo tipo de baquetas, sobretodo al acariciar los platos con los mallets de fieltro.
Muchos asistentes no podían ya esconder su deseo por bailar y moverse en sus butacas, sintiendo la llegada de los últimos compases del concierto.
Antes de interpretar ‘Tosco’ Ángel nos pedía atención a un jocoso cambio de letra en una de las estrofas en la que nos proponía “no desperdiciar huevos de corral, aunque fueran para lanzar a Marta Sánchez”… para mencionar el tan actual suceso ocurrido unos días atrás.
Tras otra breve pausa el clímax de la tarde vino disparado por ‘Metralleta Joe’. Algunos de los asistentes saltaron al pasillo central del patio de butacas a bailar y despeinarse con Ángel, que después concluía tirándose al suelo exhausto en la madera del escenario.
Las caras felices de los componentes de la banda nos demostraban que habían quedado tan satisfechos como nosotros. Más caras felices les esperan con la banda completa en la temporada de festivales.
Nosotros esperaremos el comienzo de la temporada de playa en “Badalona y Barbuda”.
Texto y foto: Angel Balbás