BAM. Barcelona Acció Musical

En Barcelona, cada año a finales de Septiembre y coincidiendo con la llegada del Otoño, se celebran las Fiestas de La Mercè. Entre el gran abanico de actividades y espectáculos, es destacable la amplia programación de conciertos.

Existen algunos grandes espacios de artistas consagrados, patrocinados por algunas emisoras de radio y otros más alternativos que se enmarcan la programación de lo que se denomina BAM – Barcelona Acció Musical.

La historia del BAM se remonta ni más ni menos que a 1993 y siempre ha tenido la filosofía de ser muy ecléctico en cuanto a estilos musicales y artistas invitados.

Desde 2014-2015, cuando su director pasó a ser Marc Campillo (Foehn Records) va dejando de lado los nombres de bandas indie ya conocidas, para explorar nuevos terrenos en los que tienen cabida propuestas, tanto nacionales como internacionales, de música más experimental y de contrastada calidad.

Una de las claves del BAM es el descubrimiento de joyas musicales que te sorprenden en directo y se quedan contigo para toda la vida. Me puse manos a la obra estudiar el cartel, seleccionar algunas bandas para confeccionar una ruta y planning. Os comento mi selección, descubrimientos e impresiones.

Había cuatro escenarios, los de la Plaza del Macba y la de Joan Coromines (trasera del CCCB) estaban justo al lado. El otro al que me acerqué sería el de la antigua fábrica Damm, en horario diurno.

Viernes 20

La plaza Joan Coromines acogió la iniciativa Portugal Alive, que como escaparate de la actual música alternativa del país vecino, pasó por Barcelona, para recaer al día siguiente en Madrid (Sala Shôko).

Para romper el hielo y también abrir el BAM, salieron al escenario Reis da República. Comenzaron con una pieza instrumental que duró varios minutos, para después recibir a su cantante, de dulce y pausada voz. Estaban muy ilusionados por ser la primera vez que tocaban fuera de Portugal. Con sonidos tan coloridos como las camisas que lucían, brillantes toques jazzísticos y de omnipresente teclado, como en ‘Sidónio’, me sorprendieron muy gratamente. Aunque me quedo con ’Samurai’ para el recuerdo.

Las actuaciones en los dos escenarios de la zona del Macba se alternaban, pero continuaré hablando del mismo (Portugal Alive), donde el trio Whales animó la noche con su electrónica de extrema calidad (premiada ya en varios concursos) y su puesta en escena (sencilla y equilibrada con iluminaciones a contraluz), superaron mis expectativas. Crearon un ambiente flotante para terminar haciéndonos bailar con ‘Big pulse waves’, tema que recuerda inevitablemente a Foals.

El tercer portugués de la noche fue Conan Osiris. Con excéntrico atuendo y acompañado siempre por un bailarín exhibiendo flexibilidad sobre el escenario, el Eurovisivo Tiago Miranda nos presentó su propuesta. De inclasificable estilo, este artista se mueve entre el folk portugués, el hip hop, la electrónica y los ritmos árabes, de los cuales pone demasiada carga para mi gusto en sus temas. Como el estribillo de una de sus canciones, espero no ser ’Borrego’ por no saberlo apreciar …

A escasos metros, en la plaza conocida popularmente como “de los patinadores”, y con espacio ligeramente más amplio, vino desde Londres la joven y prometedora Arlo Parks. Con su suave voz, nos relató las inquietudes de los jóvenes de su ‘Super Sad Generation’ y no demostró por qué se erige como un de las futuras figuras del R&B y soul.

Uno de los conciertos más esperados de la noche fue el de Playback Maracas & The Electronic Moon Orchestra, por ser tanto la única local (vienen desde Mataró), como una de las más interesantes a nivel musical.  La copiosa banda está formada por dos grupos de percusión (uno conducido por Eloi Martínez), cuatro elementos de cuerda y tres de viento.

En el centro Álex Pérez, frente a los sintetizadores y llevando el mando con esa imponente “guitarra” de doble mástil (que hace las veces de bajo y guitarra), imprime un porte imponente a la banda.

Los sonidos psicodélicos, progresivos, orquestales y electrónicos se metieron en el bolso a todos los que pudimos disfrutar del concierto y de temas envolventes como ‘Moohn’.

‘Cabesa’ con su voz en off intercalada, sonó épica, y finalizaron con ‘Nightcall’, estupenda versión de Kavinsky que interpretaron a oscuras.

Sábado 21

Mi sábado, musicalmente hablando, comenzó en la antigua fábrica Damm, precioso enclave que por suerte cada vez se presta para más eventos públicos.

No podía perderme a Yawners, que ya llevan meses recopilando buenas críticas allá por donde van.

“Ha vuelto el grunge!”, pensé, ya que desde el primer acorde se elevó el volumen y con los cañonazos de su último disco “Just calm down” y otros tantos de “Dizzy”, Elena Nieto y Martín Muñoz nos ofrecieron un show redondo a todos los que habíamos ido con ganas de verlos.

Ya por la noche, mi primera cita en el Macba fue con Jay Jay Johanson. Confieso que lo había escuchado poco y no sabía aún bien qué esperar. Transmitiendo calma y serenidad durante todo su repertorio, me fue hipnotizando con temas como el clásico ‘Believe in us’ y ‘Heard somebody whistle’, de su último álbum “Kings Cross”. También mostraba unos visuales de imágenes de fotografía social de diversos países, muy sugerentes.

Me vino a la cabeza el paralelismo con cierta letra de Love of Lesbian porque …“ahora ya soy… otro fan de Jay Jay Johanson”.

Tras un rato de descanso y cena regresé para ver a los ingleses Snapped Ankles. Llegaban con su último disco “Stunning luxury”, directamente desde la jungla. Enfundados en sus máscaras-pelucas y adornando el escenario con troncos y cornamentas animales.

En “machetazos” como ‘Tailpipe’ mezclaron la batería y guitarras de corte electro-pop con sintetizadores. Así como el punk también sintetizado y envuelto de aire tribal de ‘I want my minutes back’, que nos puso a bailar de la forma más primitiva.

Los daneses Iceage eran más previsibles y efectivamente, cerraron la noche a base de descarga de rock con temas como ‘Hurrah’, que dejaron satisfecho al público.

Domingo 22

Volví a iniciar la jornada en la Fábrica Damm, a las 15:00 para ver a tres interesantes bandas de electrónica.

Honolulu venían desde Francia, el dúo de estilo dream-pop debuta con su álbum homónimo y la suave voz de Lea y su buen hacer a los teclados les vaticina un buen futuro.

También con su primer trabajo “Before the silence” llegaban los hermanos North State, comunicando energía, emociones y visceralidad en su música, acompañada por los bailes de Laia, que parecía estar poseída por esa energía. ‘Crowns’ y ‘I Know You’ fueron buen ejemplo de ello.

A continuación, con un miembro más que los anteriores, el trío “Say Yes Dog”, nos trajo una propuesta un poquito más melódica y bailable. También estrenan disco y la forma que tuvieron de combinar la batería con los dos sintetizadores y por momentos el bajo, resultó matemática. Hacia el final del concierto ‘Feel better’ sonó de maravilla.

Se acercaba el momento de … “La Kinkidelia”, y es que Derby Motoreta’s Burrito Kachimba eran los últimos de la noche en el Macba.

Era uno de los conciertos más esperados y no defraudaron. Derrocharon ganas, potencia sonora y voz en todos los temas. La versión de ‘Nana del caballo grande’ de Camarón comenzó lenta pero fue “in crescendo” hasta llevarla amablemente a su particular sonido psicodélico.

Terminando con ‘El salto del gitano’ consiguieron abrir al público “como Moisés”, para crear el pogo y que su cantante pudiera después flotar sobre las aguas de brazos del gentío.

Lunes 23 (víspera de La Mercé)

PAULA VALLS – Plaza de la catedral

Aunque este concierto no se enmarcaba en el BAM, sino en los programados por Barcelona Cultura, quise pasarme por el especial y precioso escenario de la Plaza de la Catedral para ver cómo Paula Valls (a quién descubrí en el Maremagnum Fest) desplegaba su dulzura y calidad ante un público exquisito en un emplazamiento envidiable.

Paula salió muy ilusionada y concentrada para entregarse al 100% a su público. Su escogida banda, de la que forman parte David Soler, Dani Ferrer, Miquel Sospedra, Guillem Callejón y otros excepcionales músicos, estaban dispuestos a brillar con ella sobre el escenario. Hicieron un buen repaso de su álbum “I am”, sin faltar las fantásticas ‘I’m sorry’, ‘Again’, ‘Years’ y su versión de ‘Baby one more time’

Tras las tres primeras canciones en el foso, haciendo fotos entre el público, se escuchaban comentarios acerca de lo especial que era el concierto y lo que estaba gustando. El escenario con los dorados destellos de luz y la catedral iluminada detrás, nos dejó imágenes espectaculares. Os recomiendo que en alguna ocasión os dejéis impregnar por la magia que desprende Paula en directo.

Poco tiempo después, de vuelta en el escenario “principal” del BAM, nos daríamos cita decenas de fotógrafos para el concierto de The wedding present.

Nos regalaron un concierto delicioso y con una interpretación que denota la experiencia y las tablas que tienen sobre los escenarios.

Vibramos con ‘Brassneck’ y otros temazos como ‘Take me’.

A punto de acabar ya, me acerqué a ver a los penúltimos, The Mauskovic Dance Band, que haciendo honor a su nombre, hicieron bailar a toda la plaza con la particular mezcla de ritmos afro-latinos y notas funk que se iban animando y acelerando de tempo en cada tema.

También venidos desde Holanda, Weval fueron los encargados de cerrar el BAM con una buena dosis de música electrónica innegable calidad, levantando a la afición con temas como ‘Half age’. El concierto duró un poco más de lo habitual y aún así nos quedamos con ganas porque la noche era joven en Barcelona.

Hasta aquí la selección musical de estas fiestas, al día siguiente, La Mercè me esperaba con otros interesantes planes como los típicos castellers, con el buen recuerdo de los conciertos disfrutados y valga el símil, una buena ‘torre humana’ de artistas descubiertos para escuchar durante el Otoño.

Por Ángel Balbás