“Carta Aberta” es el título del álbum debut de Antía Muíño: un disco que la convierte de secreto a voces y revelación del circuito a ser una de las realidades más encarnizadas y férreas del cancionismo actual.
El álbum parte de varios puntos: de la canción de autor, del jazz vocal, del easy listening popular en la década de los ’90 y de la música tradicional gallega que la artista compostelana mamó desde la cuna. Esas aristas son las que conviven en un repertorio en el que resuenan ecos que nos llevan a pensar en Norah Jones, Sílvia Pérez Cruz, Fiona Apple, Luz Casal, Corinne Bailey Rae, Tracy Chapman o Diana Krall, pero que, sobre todo, suenan a Antía Muíño.
El álbum, de once canciones, va habitando diferentes climas, aunque siempre con la canción galega como punto de conexión. Se anima a cantar en castellano (en “Noviembre” o la versión de ese himno latinoamericano que es “La Llorona”) y en francés (en la versión que hace del clásico medieval “Une jeune fillette”), pero es en su idioma madre, el gallego, en el que Antía Muíño se desplaza a gusto tanto cuando escribe de puño y letra como cuando versiona coplas tradicionales o adapta poemas de Manuel María, Carvalho Calero o María Mariño.