Viendo que venimos a hablaros de Terrier y Sandré ya podéis imaginar la que se montó el sábado pasado en la Fun House de Madrid. Y es que son grupos que ya de primeras sabes que van a montar una fiesta gorda, porque ellos y ellas, son fiesta en sí mismos.
Pasadas las 22.00 horas, empezaba a posicionarse el grupo madrileño, ante una sala que estaba bastante bien de afluencia, de ambiente y de ganas de jaleo. Lili Laduquesa, Don Matías, Dave Petrone y María Manolí, instrumentos en mano, empezaron a montarla muy gorda desde “Évoli”, la primera canción que interpretaron. Después, mucha caña con “Vegana”, “Casa ciudad”, “Dos cabezas”, “Oro y marfil” y “Aliento final”.

Los Terrier son unos fijos de esta sala madrileña, de hecho, hacía solo dos meses que habían estado en la Fun House tocando y ahora lo hacían como anfitriones de la banda barcelonesa Sandré. Todo fue algarabía y buen rollo, hasta el punto de que aquello parecía más un evento de amigos que un concierto en sí. Terrier gusta a la gente y sus conciertos son igual de divertidos para los que están encima como para los que estamos debajo del escenario.

La música seguía sonando con tres temazos “Como un volcán”, “Fuego tras la piel” y “Constitución”, con los que desataron la locura total del público. Y sumaron con “Estupendo” y “Río Dorado”, para terminar, como no, por todo lo alto con “Tus ojos son puñales”.
No nos cansamos nunca de ver a la banda de Madrid en directo porque como ya hemos dicho en alguna de nuestras crónicas, además de lo mucho que nos gustan sus canciones y sus discos, en directo son una apuesta segura de buen rollo, de pasarlo bien y de echarse unos buenos bailes.


Como os decía más arriba, vinieron junto a Sandré, otra banda que son puro espectáculo en directo. La formación del grupo barcelonés está compuesta por Stefi al bajo, Carles a la guitarra y Marc a la batería. Delante de ellos, o mejor dicho para este concierto, enfrente, estuvo Rosa a la voz y a los gritos. Salieron con esa puesta en escena tan característica de brillos, lentejuelas, mallas ceñidas y looks imposibles. Y así empezaron con un directo de lo más surrealista.

Rosa duró dos canciones sobre el escenario. Al bajarse a cantar y bailar con el público, las chicas de Terrier saltaron y arrasaron con todo, dejando el suelo del escenario lleno de cerveza y cristales, por lo que la cantante de Sandré, que se había quitado los zapatos antes de empezar el directo, siguió el concierto entre el público, dando un espectáculo mucho más cercano y único.
Quince canciones rápidas y bien de caña sonaron de los instrumentos y las voces de Sandré. El grupo venía a presentar su primer trabajo “Ave Muñón” pero para abrir hicieron una versión de la canción catalana “Estic Bé” para después, seguir con los temas de su proyecto.

De este sonaron, “Fracaso”, “Gina Thorstensen”, “Diòxid de carboni” y “Te debo pasta”. Todo fue muy rápido y los temas fueron interpretados sin perder ni un minuto entre uno y otro. Así, para mantener a la gente siempre arriba siguieron con “Bullying”, “No” y “Portu” mezclados con temas de repertorios anteriores. El show acababa entre cerveza por el aire y la Fun House convertida en un pogo generalizado con “Rància” y “Rolls Royce“.


Por cierto, me alegra comunicaros, antes de terminar la crónica, para aquellos y aquellas que no pudisteis ver en esta ocasión a Sandré, en solo un mes, volverán a la misma sala para continuar lo que empezaron este pasado sábado.
Y con esto, solo puedo decir, tal y como pone el título de la crónica, que la noche se convirtió en el desfase más absoluto… ¡Y tan a gusto!
Texto por Miriam Notario
Fotos por Daniel Forés