Catorce años han pasado hasta que nos ha llegado lo nuevo de los catalanes Madee y lo cierto es que, ha merecido la pena toda la espera. Y es que han vuelto con “Eternity Mingled with the Sea”, un largo de doce canciones que demuestran que, por muchos años que pasen, la banda se mantiene más en forma que nunca.
Y es que tras un tiempo de silencio discógrafico como Madee, hace unos cuantos meses nos sorprendían con la publicación de alguno de los singles que después darían vida y sentido al disco al completo. Así fuimos abriendo boca con “Under the sun”, “The way home”, “Feelings of Inadequacy”, “Black Canvas” y “Hunting Party”. Y con ellos ya nos fuimos haciendo a la idea de que el proyecto iba a ser de esos de volver por todo lo alto.
Ahora con la edición en vinilo recién llegada a Marilians Records me apetecía contaros las buenas sensaciones que me ha generado escuchar “Eternity Mingled with the Sea”, por el buen hacer, la delicadeza y la potencia que Ramón, Adam, Capi, Pep, Marc, Antonio y Mark han puesto en su último trabajo.
El disco se abre con “Caldera” hasta llegar, unos cuántos minutos después, a cerrar el círculo con “Curtain Call”. Y digo cerrar el círculo porque escuchar “Eternity Mingled with the Sea”, ha sido como leer un libro, con su principio, su desarrollo y su final. Es lo que tienen los discos completos, que las canciones son entendidas en bloque y en conjunto. Y esa es la sensación que yo he tenido con este álbum.
Sin perder la esencia de sus orígenes, el disco nos deja claras influencias a The Cure o Sunny Day Real Estate, así como la elegancia y acierto de las letras de Mark Swanson, poeta y fotógrafo estadounidense, encargado de los textos de estos doce pildorazos.
Y con poco más que decir os invito a darle al play, a escuchar el disco y a perderos en él.