Que si te dicen que Derby Motoreta´s Burrido Kachimba vienen a Madrid a mí se me hace la boca agua, porque la oportunidad de ver a Dandy Piranha en directo, es ese tipo de cosas que no puedes dejar pasar en la vida. Porque es puro espectáculo, pura esencia, puro show. Y si después descubres que como teloneros tendrán a los Quentin Gas & Los Zíngaros ya no hay nada más que pensar. Esa noche va a ser perfecta.
Y claro que lo fue. Estábamos, de nuevo, dentro de los ciclos de conciertos de Sound Isidro, apurando los últimos días del mismo, en el Teatro Barceló (ya que por sobre demanda de público tuvieron que cambiar la ubicación inicial en Siroco). La sala, que empezó a llenarse a cuentagotas, ya estaba repleta cuando los Derby´s Motoreta Burrito Kachimba pisaron el escenario.
Pero antes quiero y necesito hablar del espectáculo absoluto y maravilloso que Quentin Gas & Los Zíngaros dieron esa misma noche. El nivel musical de esta banda es supremo, tanto de Jorge Mesa a la batería, como de Tera Bada con el bajo y Jose Vaquerizo a los teclados y sintes. Y luego lo de Quentin es una auténtica locura, él, su voz, el show en el que convierte sus directos y la forma de llevar el flamenco a una experiencia sensorial tan rara como extraordinaria.
Había escuchado el grupo muchas veces en casa, pero desde lo del directo del pasado jueves ya los oigo de otra manera. Desde 2016 llevan enseñando su psicodélica espiral flamenca por todo el territorio nacional e internacional y la otra noche en Madrid nos hicieron tocar el cielo con su música.
Hubo tiempo para cinco canciones: “Brahaspati“, “IO” y “Shani” de su disco de 2018 ‘Sinfonía Universal Cap.2’ y “Deserto Rosso” y “Mala Puñalá” de su larga duración ‘Caravana‘ que les llevó a darse a conocer en 2017 cuando lo publicaron.
Pero el tiempo que Quentin estuvo en el escenario dio para mucho. Y Los Zíngaros, su banda, que hacen que las canciones se conviertan en recitales donde la música suena de una manera potente pero controlada, buscando el momento adecuado para llenar cada uno de los rincones de la sala. Esa manera que tiene de envolver la voz del cantaor de Sevilla es lo que permite que la electrónica y la psicodelia tenga un papel fundamental en lo que este grupo hace llegar a su público.
Quentin cantó con y sin música y su quejío andaluz y flamenco hizo enmudecer a la sala, que solo podía admirar el chorro de voz que salía de su garganta. Además saltó, bailó y puso patas arriba a un público que después terminaría de volverse loco con el Piranha y su banda.
Y allí llegaban los Derby Motoreta´s Burrito Kachimba, con su “KBMD“, tan característicos todos ellos, tan extravagantes, tan diferentes, tan jodidamente buenos. Con ese estilo “kinkidelia”, con el que ellos mismos se definen, nos ofrecieron un bolazo para el recuerdo. Y es que ellos, ya sabían a lo que venían y era a hacer historia, y vaya si lo consiguieron.
Tocaron su primer disco homónimo entero, para el subidón de todos sus fans. Sonaron así, “The new gizz”, “Grecas”, “Samrkanda”, “Aliento de Dragón”, “La Piedra de Sharon” y “Somnium Igni – Pt.1”, con las que nos contagiaron esa energía artística tan de ellos.
Mientras tanto, Dandy Piranha se paseaba entre el público regalando abrazos con quien se cruzaba, sembrando ese buen rollo que se respiró en todo el concierto. Agradecía una y otra vez a los que allí estábamos y se revolcaba por el suelo cuando era necesario. Todo esto, perfectamente arropado por las guitarras de Bada y Gringo, la batería del Papi Pachuli, el bajo de Soni y los teclados y sintes de Von Máscara, que se dedicaban a hacer magia a sus espaldas. El sexteto sevillano están dando mucho que hablar, entre sus seguidores y la crítica, porque esa forma de transformar el rock andaluz solo ha podido estar al alcance de unos pocos.
A todo esto, el público, totalmente volcado con la puesta en escena de los andaluces, con el que interactuaron ofreciendo trozos de tortilla como aperitivo a una noche que estaba siendo redonda. Además pogos de los buenos, que los que te dejan sin aliento, sin respiración y toda empapada de cerveza y sudor. Cuando los chicos de Derby Motoreta´s Burrito Kachimba terminaban con su temazo “El salto del gitano” todo saltó por los aires, hasta el Piranha que se paseó en volandas por toda la sala.
Nada mejor que poder verlos en directo para que entendáis lo que os estoy contando porque no hay nada como vivirlo para sentirlo.
En fin, es difícil saber qué va a pasar en un futuro con las dos bandas de las que hablo sobre estas líneas pero sí tengo claro que el magnetismo y la energía que mueven en sus conciertos es algo que debería mantenerse de por vida.
Texto: Miriam Notario
Foto: Daniel Forés