¿Sabéis cuándo hace un par de años años Nada Surf tocó dos noches seguidas en el Teatro Barceló? Pues nosotros fuimos los dos días. Esos y todas las veces que han tocado en Madrid y alrededores y es que reconocemos la debilidad absoluta que tenemos por este grupo.
Por eso nos hacía especial ilusión poder verlos, esta vez, bajo la mirada de Marilians Magazine. Así que estuvimos en el concierto que dieron el pasado viernes en La Riviera y ya os digo que el directo estuvo muy a la altura de las expectativas que nosotros llevábamos de ocasiones anteriores.
Nada Surf llegaban teloneados por John Vanderslice, músico y compositor americano que desde el año 2000 va en solitario mostrando su buen hacer. Durante los minutos previos al concierto de la banda procedente de Nueva York, John mostró algunas perlas de su último trabajo, “The Cedars”, publicado el año pasado y con el que está girando desde hace meses.
Con su actuación de fondo, correcta y muy agradable desde nuestro punto de vista, La Riviera iba recibiendo a cuentagotas a aquellos y aquellas que venían dispuestos a darlo todo con Nada Surf. Y es que la legión de fans que se tiene la banda en nuestro país son de los fieles y comprometidos. Y aunque la sala no terminó de llenarse, el ambiente y las ganas de los asistentes fueron en sintonía con lo que el grupo ofrecía desde el escenario.
Ellos siempre son buen rollo, sonrisa y dedicación, lo que hace que la conexión con su público siempre esté asegurada. Matthew Caws, Daniel Lorca e Ira Elliot, acompañados del teclista Louie Lino se marcaron un directo de veinte canciones, temazo tras temazo. Entre ellas, las míticas y necesarias “The plan”, “Friends hospital”, “Inside of love”, “Cold to see clear”, “Blonde on blonde” o “See these bones”, entre otras muchas de sus trabajos anteriores.
Además, y con motivo del lanzamiento de su último disco, hace solo unas semanas, ‘Never not together’, lo dieron a conocer con una selección perfecta de canciones. Sonando así, “So much love” (con la que abrieron el show), “Live learn & forget”, “Looking for you” y “Something i should do”.
Y después, ¡¡dos bises se marcaron!!… el primero con “Just wait” (también de su último disco), “Always love” y “Blankest year”. Y después cuando ya nadie esperaba que salieran de nuevo, volvieron a afinar sus instrumentos para dejarnos en lo más alto con “Popular” y con una Riviera bailando y saltando como final del concierto.
A destacar la energía y alegría de Matthew en cada canción, la emoción de Dani y su bajo, la potencia y carisma que sale de la batería de Ira y, por supuesto, el buen hacer y la calidad de los teclados de Louie. Y con esto, consiguen que sus directos siempre tengan ese plus de querer verlos una y otra vez. También quiero aprovechar esta crónica para mencionar lo bien elegido que está el juego de luces con el que acompañan cada uno de los temas, elemento que aporta un plus altísimo a la ejecución del espectáculo.
En fin… no sé cuándo será la próxima vez que podré verlos en concierto pero mientras tanto me queda el consuelo de tener la última de sus creaciones sonando en bucle.
Fotos por Daniel Forés