Vetusta Morla y el disco que cambió sus vidas

Sería un concierto único, un oasis en mitad de su gira de “Mismo sitio, distinto lugar”, porque su primer disco, “Un día en el mundo” cumplía diez años y esto había que celebrarlo por todo lo alto.

El Wizink con el cartel de sold out desde hace meses y un público que ya se notaba nervioso según se iba acercando la hora de inicio del directo. Minutos más tarde de lo acordado, empezaba a sonar y verse en pantalla el videoclip de “Otro día en el mundo” para dar paso a la banda sobre el escenario. Esto sería la introducción a una noche de recuerdos, de echar la vista atrás y agradecimiento a todos los que participaron en este mítico disco.

Pucho, cantante de Vetusta Morla

Autocrítica“, “Rey sol“, “Pequeño desastre animal“, “Mi habitación favorita“, “Vida no hay mucha“, “La marea“, “Al respirar“, “Boca en la tierra” y “Cuadratura del círculo” marcaron la primera parte del directo. Un concierto cargado de mensajes de Pucho, vídeos antiguos de la banda y la emoción de los fans que esperaban asistir a un concierto al uso.

Así llegaban al epicentro del show. Era momento de invitar a aquellos que hicieron posible que “Un día en el mundo” les diese tantas y tantas alegrías. De esta manera, y con el escenario convertido en una habitación de ensayo llena de amigos y amigas, fueron apareciendo en escena miembros del equipo y compañeros de profesión. Primero Jairo de Depedro junto al que interpretaron “Maldita dulzura”. Minutos más tarde, sería el turno de Xoel López con el que recordaron “El amor valiente” de Deluxe, canción que entonaban antes de salir a sus primeros conciertos.

Jairo (Depedro), Xoel López, Pucho

Continuaron el espectáculo con “Copenhague“, “Sálvese quien pueda” y “Valiente” para dejar al público en todo lo alto y entregado para los bises. Se acercaba el final con “Iglús sin primavera“, “Año nuevo“, “Un día en el mundo” y “Saharabbey road“.

Un cumpleaños de más de dos horas en el que la banda de amigos de Tres Cantos dieron un repaso al disco que cambió sus vidas y la de muchos y muchas que empezábamos a conocerlos en aquella época.

     

Texto: Miriam Notario

Fotos: Daniel Forés