Todas hemos estado ahí, alguna vez en nuestra vida, todas y cada una de nosotras hemos estado ahí. Por eso, la letra de “Merichane“, la última canción de Zahara, ha sido como una patada en el estómago que te saca la rabia, te abre los ojos y te hace sentir esa realidad por la que todas hemos pasado. Y a la vez, me llega esa valentía y poder de una mujer que habla, que cuenta y que se expone. Porque no es fácil, no es nada fácil dar un golpe, de este tipo, en la mesa y Zahara lo ha dado, por ella y por todas las demás.
Hacía mucho tiempo que una canción no me erizaba tanto la piel, no me generaba un escalofrío tan intenso, ni me dejaba el cuerpo con tantas emociones encontradas. Y es que me ha llegado como un temporal de sensaciones porque me he visto presente en muchas de sus historias y me he reconocido en algunas de las situaciones que comparte y joder, me ha removido.
Por esto, no podía hacer una noticia sin más de “Merichane”, no podía copiar y pegar la nota de prensa y hacer como si nada, porque sería dejar de darle importancia a cada una de las palabras que ella suelta por su boca como puñales. Sería mirar para otro lado y seguir echando tierra a los demonios del pasado. Sería dejarlo pasar de largo, como si conmigo no fuera la cosa y engañarme, una vez más. Sería injusto.
Hay que ser muy valiente para abrirse en canal a través de una de las cosas que más amas en la vida, la música, y muy generosa para contar aquellas historias e intimidades que te han desgarrado por dentro. Historias con las que sabes que muchas mujeres nos vamos a sentir identificadas, en las que nos vamos a ver retratadas y con las que vamos a recordar aquellos días en los que, de un modo u otro, también fuimos Merichane.
“Merichane soy yo y Merichane somos todas mis historias. He querido contar lo que viví tal y como fue para mí. Llegar a hacerlo no ha sido fácil. He tenido que aceptar y asumir que aquellas historias que viví sucedieron de verdad, pero que el mantenerlas escondidas no solo no me hacía sentir mejor sino que protegía a las personas que me habían hecho daño. Por eso ahora, en este momento en el que me he visto con fuerza para hacerlo, he decidido compartirlas.” (Zahara)
La canción ha sido escrita por la propia Zahara, producida por Martí Perarnau IV, mezclada por Santos Berrocal y masterizada por Gavin Lurssen. Y detrás del videoclip que da vida y sentido al tremendo tema está Guillermo Guerrero. En él sentimos la rabia, el agobio, el miedo y la ansiedad de cada palabra que Zahara nos canta, sin hacerlas perder protagonismo, sin dejar que las historias se diluyan entre las imágenes. Qué bien tratado, contado y transmitido…
“Tenía claro desde la primera escucha que el video no podía ni debía ser tan literal ni explícito como la letra. El reto era conseguir que la imagen envolviera el mensaje de la canción sin estar nunca por encima de lo que cuenta. El mero hecho de observar a Zahara rodeada en todo momento de hombres era suficiente para generar una sensación incómoda y claustrofóbica. Mi momento favorito, y el que para mí es el climax de Merichane, sucede cuando el video se torna a blanco y negro y se materializa toda la tensión que los hombres han ido ejerciendo sobre Zahara en los minutos previos. La violencia por primera vez es explícita, pero era necesario dejar claro que en esta historia ella nunca gana, porque aún con lágrimas en los ojos, aquí son ellos siempre los que salen victoriosos”. (Guillermo Guerrero)
GRACIAS POR ALZAR LA VOZ, POR GRITAR, POR COMPARTIR…
Foto de portada: Sharon López